Una victoria importante desde el punto de vista mental en el GP de Canadá para Max Verstappen (aunque él no lo necesita). Dominó el fin de semana tiránicamente en cualquier condición en las tres prácticas libres y durante toda la Clasificación. Pero los duentes del Gilles Villeneuve meten la cola en dos de cada tres carreras, y en este caso dos Virtual Safety Car y un Safety Car cambiaron estrategias y le complicaron la vida al campeón neerlandés.

En el inicio de la carrera, ya no fue lo mismo para Max. Sus medios empezaron a acusar desgaste antes de la Vuelta 10 (el viernes, con temperaturas más altas, aguantaban 16 o 17 antes de empezar a mermar su rendimiento). Conclusión: a partir de la Vuelta 7 Sainz Jr, que tuvo una áspera tarea para superar al tenaz Alonso, fue sistemáticamente más rápido que el puntero del campeonato.

Afortunadamente para Verstappen, pero no para Red Bull, el motor de Checo Pérez dijo adiós en la Vuelta 8 y convocó al primer Virtual Safety Car de la jornada. Max entró para calzar Duros, pero le iban a quedar 60 vueltas por dar con ese juego si pretendía parar una sola vez en todo el Gran Premio. El viernes, el límite del 'blanco' parecían 50 vueltas; hoy, tras el diluvio del sábado y con la pista desengomada, no fue más allá de las 30 vueltas.

El motor de Checo mostró que los problemas de fiabilidad no son cosa del pasado tampoco para Red Bull.
El motor de Checo mostró que los problemas de fiabilidad no son cosa del pasado tampoco para Red Bull.

El segundo Safety Car, en la Vuelta 20 (provocado por abandono de Mick
Schumacher), favoreció a Sainz Jr, que se había quedado afuera con unos Medios que a la Ferrari le duraron mucho más. En cambio, Alonso no ligó nunca con los Safety Car: el de la Vuelta 20 se acabó cuando todavía Sainz Jr estaba en boxes y Alonso no pudo siquiera aprovecharlo; fue el único piloto que no tuvo parada gratis en el inicio de la carrera y perdió toda chance de subir al podio.

Ya en su giro número 24, el juego de Duros de Max empezaba a desfallecer. Entró en la vuelta 43 para calzar Duros hasta el final... Y salió detrás de un Hamilton en su mejor fin de semana del año: lo pasó como parado en cuanto calentó neumáticos, mostrando esa diferencia persistente entre los dos mejores equipos y el tembloroso Mercedes.

En la Vuelta 49, Tsunoda salió de boxes a lo Takuma Sato (sin frenar en las curvas) y terminó de trompa contra los guardrails, a lo Takuma Sato. Primer y único Safety Car de la carrera, y oportunidad de oro para Sainz Jr, que aguantaba en la punta con un Duro que iba rápido, pero empezaba a perder ritmo.

Tsunoda pecó de excesivo celo otra vez.
Tsunoda pecó de excesivo celo otra vez.

El madrileño calzó Duros y a partir de la reanudación de la carrera, en la Vuelta 55, y sobre todo desde que se habilitó nuevamente el DRS en la Vuelta 57, se pegó como una lapa buscando el error o el desgaste de los neumáticos de Max, 6 vueltas más viejos.

El box de Ferrari vio la victoria cerca. La Scuderia esta vez no se rompió y pudo pelear en un circuito de mucho motor.
El box de Ferrari vio la victoria cerca. La Scuderia esta vez no se rompió y pudo pelear en un circuito de mucho motor.

Pero Max es Max, y este año maneja mejor que nunca, sin la ansiedad de piloto no campeón del mundo que a veces lo hizo equivocarse en 2021. Y en un fin de semana que venía redondito para él y que se complicó el domingo, aguantó los trapos y se llevó una victoria muy meritoria.

Para Carlos Sainz Jr fue su mejor carrera del año. El sorpasso a Max está fuera de sus posibilidades en igualdad de condiciones, para toda la parrilla excepto Leclerc, Hamilton, Russell, Alonso y Norris (si les dan auto). La parte negra de Ferrari, que en el último lustro se ha convertido en el Williams contemporáneo (arruinándose una carrera tras otra por sus malas paradas en boxes), se vio en la parada de Leclerc, de 5,7 segundos, que complicó una tarea muy sólida del monegasco y le impidió quizá luchar con los Mercedes al final.

Para Hamilton fue el mejor fin de semana de 2022, en su año más lejos de la punta desde 2009 (cuando también el cambio reglamentario agarró a traspié a su equipo de entonces, McLaren, pero alcanzó a ganar en el final). La sensación es que la paridad en ritmo puro entre Ham y Russell es máxima, y que largar más adelante (es decir, clasificar mejor) es el 75% de las posibilidades de quedar delante del compañero de equipo. Russell llegó cuarto con muy buen ritmo de carrera, pero con una primera mitad dificultada por el trencito de coches muy parejos del segundo pelotón.

Para Ferrari queda claro que desde Miami para acá, si no se rompen dan más lucha que a partir de Imola. Sin embargo, se venían rompiendo mucho. Que Sainz Jr haya podido presionar casi hasta la bandera a cuadros a Verstappen es una muy buena señal para Ferrari, y para el campeonato. Porque si Ferrari no resucita, el final de campeonato va a ser muy aburrido.

Para Alpine, al cabo de los muchos azares de la carrera, que no los favorecieron especialmente, un ritmo interesante, como para pelear la cabeza del segundo pelotón (del que Mercedes se despega siempre hacia tierra de nadie en carrera).

También fue un buen fin de semana para Alfa Romeo, con sus dos pilotos en los puntos tras un viernes otra vez complicadísimo técnicamente para Bottas, y en el mejor Gran Premio de Zhou. Y Stroll salvó los puntos en su casa rascando el último puntito. Para todos los demás, desazón, especialmente para Alpha Tauri y McLaren (amén de un Vettel que, como Alonso, se manejó todo este fin de semana y no ligó nada, en su caso desde la Qualy).

Para el campeonato, la sensación de que Ferrari debe mejorar muchísimo a partir de Silverstone y establecer una gran superioridad de varias carreras para llegar al final de año con chances de pelearle el título al mejor Verstappen desde que está en la F1. Da vértigo sólo decirlo: el mejor Max desde que debutó en 2015.

F1: Verstappen aguantó los trapos y ganó un complicado GP de Canadá