Tras la desastrosa Dirección de Carrera de Eduardo Freitas en el GP de Japón (cuando, entre un puñado de atroces errores, como comenzar y terminar la carrera con procedimientos incorrectos que podrían haber viciado de nulidad la sesión, de haber habido algo en juego, dejó entrar a la pista de Suzuka a una grúa cuando todavía los autos trasegaban el asfalto tras el Coche de Seguridad), la FIA dio de baja al portugués por el resto del año. 

A su modo melifluo, la entidad rectora del deporte motor lo informó comentando que daba de baja el ‘novedoso’ sistema de rotación de directores de carrera implementado luego de la eyección del, a estas alturas, añorado Michael Masi. En las últimas carreras el rol quedará en manos de Niels Wittich, que tuvo un comienzo muy prometedor (agregando rigor y lógica en las decisiones, sobre la muy buena base de ‘dejar correr’ que había dejado Masi, pese a su descalabro ante la presión del campeonato 2021), pero empezó a desbarrancarse apenas se inició el intercambio y Freitas empezó a tomar decisiones y a cometer errores que lo convirtieron en el peor director de carrera desde que yo recuerde. 

Es que lo de Freitas incluyó numerosas distracciones (tan banales pero importantes para el espectáculo como olvidarse de habilitar el DRS tres vueltas después de un Safety Car), además de decisiones cuya incoherencia recordó los peores momentos del finado Charlie Whiting. La excusa para ‘liberar’ a Freitas es la última fecha del WEC (el Mundial de Resistencia), que se disputará en un fin de semana de noviembre, mientras que en la F1 quedan cuatro carreras, incluyendo el GP de las Americas este fin de semana.