Max Verstappen ha contado con más detalle su épica última vuelta de carrera en Abu Dhabi 2021. Todo estaba perdido hasta que, a cinco vueltas del final, Latifi se disfrazó de Timo Glock 2008, chocó contra una pared y provocó una retahíla de decisiones incoherentes y tendenciosas de parte de Michael Masi, que le dio al neerlandés la oportunidad de superar a un Hamilton que en las últimas carreras estaba en su mejor estado y con un coche muchísimo mejor.

Masi les dejó una última vuelta y Max atacó a Ham con neumáticos Blandos nuevos contra los Duros deshilachados del heptacampeón británico. El resto es historia conocida, pero Verstappen agregó detalle a la anécdota de esa vuelta final.

En declaraciones a The Guardian, recordó que trató de estar concentrado en la apertura de la vuelta, pero cuando cruzó la línea de meta comenzó a sentir calambres en la pierna usada para acelerar. "Es una de las cosas más dolorosas que pueden pasar porque vas a toda velocidad durante mucho tiempo. Sentís que el músculo se contrae y se vuelve como una pelota de tenis. Por supuesto que la adrenalina ayuda", continuó. "Si sucediera cuando estás caminando, no podrías moverte. Pero no había opción, tenía que hacerlo. Simplemente mantuve el acelerador a fondo y e iba sintiendo que mi pierna dolía cada vez más. Afortunadamente, llegó la curva cinco y fui por el sorpasso. Tuve como tres segundos de aceleración. Después tenés dos rectas muy largas y, en la segunda, en la que Lewis volvió hacia mí, pude sentir que mi pie vibraba. No podía controlarlo porque el músculo estaba teniendo un espasmo”, describió.

"Si revisás los datos, no vas a ver una entrada muy suave del acelerador. Estaba gritando de dolor. Estaba completamente hecho. Una vuelta más y no podría haber terminado la carrera", admitió Verstappen.

Ganar el campeonato del mundo "Es aquello por lo que habíamos trabajado toda mi vida; siempre fue mi sueño. Cuando cruzás la línea te das cuenta de que finalmente lo lograste. Salté del auto y todos los mecánicos y mi papá corrían hacia mí", relató un Max inusualmente expansivo. Es que, se sabe, ser campeón de F1 te trastorna y te cambia, dentro y fuera de pista. ¿Veremos un nuevo Verstappen, menos impulsivo y más pensante? En cierta medida, es muy probable; aunque nunca dejará de ser Mad Max.

Finalmente, Verstappen desestimó que la polémica por las decisiones de Masi en Yas Marina hayan empañado su título. “Para nada. Tuve una muy buena temporada y creo que realmente me lo merecía. También he tenido muy mala suerte. La gente siempre recuerda la última carrera pero, si mirás toda la temporada, el campeonato debería haberse decidido mucho antes”.

Y sí, el volcánico (y granítico) Verstappen también aceptó que la presión le pasó factura durante la temporada más intensa de la historia de la F1: “No podés tener ese drama todos los años, seguro. No es bueno para mí, no es saludable para nadie en el equipo, ¡para ninguno de los dos equipos!", rio Max.