Desde 2014, la FIA obliga a los pilotos clasificados para Q3 a largar la carrera con los neumáticos con los que marcaron su mejor tiempo de Q2. En su momento, se impuso con el objetivo de “favorecer al espectáculo”. Ahora, en una de esas que hace la FIA cada tantos años, eliminó la misma norma “para favorecer el espectáculo”.

La regla buscaba complicar a los más rápidos en el inicio de la carrera y quizá obligarlos a parar una vez más que los rivales de mitad de tabla para abajo. Sin embargo, en los últimos años, a los equipos top les ha sobrado para clasificar en la Q2 con Medios, y la complicación sólo rige para los equipos del segundo pelotón, obligados a arrancar en inferioridad estratégica en relación con los autos de similar ritmo que larguen del onceavo puesto para atrás.

El cambio también se relaciona con la entrada de los neumáticos de 18 pulgadas, de los que se espera menor desgaste (y mayor dificultad para calentarse), así como una reducción de estrategias a una sola parada en boxes, pero con un incremento de la posibilidad de luchar por posiciones en pista.

Si esto último no ocurre y las carreras se convierten en procesiones este año, para 2023 habrá gente cacareando para volver a los repostajes de combustible (cuando las carreras eran sí o sí a dos o tres paradas y los autos muchísimo más livianos que en la última década y pico), y la FIA y los equipos intentarán hacerse los osos nuevamente.