La FIA consumó este fin de semana un absurdo que puede costarle muy caro a muchos niveles. Con cortedad de miras propia de la dirigencia de la FIA de estos años y una pedantería propia de la gestión de Jean Todt, la entidad que rige el deporte motor rechazó in limine el pedido de Andretti Motorsports para ingresar como undécimo equipo de la F1. La FIA aclaró que no tiene en mente tener más de diez equipos en la Fórmula 1.

El equipo estadounidense (el tercer grande en el país más importante del deporte motor) anunció sus intenciones de ingresar tan pronto como 2024. En 2021, entró a bolsa (la NYSE, la segunda más grande de Estados Unidos) para recaudar la millonada que demanda la FIA sólo para poder postularse (doscientos millones de euros taca taca sólo para entrar). El año pasado, la negociación para comprar Sauber (Alfa Romeo) naufragó a último momento por desacuerdos en las cifras.

Por todo ello, el tenaz Mario Andretti y su hijo Michael (que regentea las siete escuderías de Andretti Motorsports, desde IndyCar hasta Fórmula E) anunciaron que le han pedido a la FIA ingresar como undécimo equipo. Está claro que el proyecto es serio y que la fecha dada indica un deseo firme de cerrar acuerdos para comenzar la construcción del equipo.

Dicho todo esto, parece absurdo rechazar el proyecto más sólido de equipo estadounidense en F1 de la historia mientras en la parrilla languidece Haas, al borde de la desaparición los últimos dos años y sin poder ni querer invertir un centavo en la mejora del equipo. Andretti le aportaría mucho a la F1 (incluyendo figuración mediática), donde Haas está sólo para comparsa.

Sensación: si estuviera Ecclestone al frente de la FOM, esto se manejaría con otra muñeca, convenciendo de algún modo a Gene Haas para vender la escudería en todo o en parte a quien pudiera sacarle provecho (y proveer al bien común, por decirlo así).

En este momento hay una escudería en la F1 sin un dólar y tratando meramente de no hundirse. Y una escudería estadounidense histórica y de altísimo perfil mediático queriendo invertir una millonada en la F1 y a la que no la dejan entrar. Parece de locos.