La lluvia esquivó a la F1 este viernes (hay hasta amenaza de tornados) y los pilotos pudieron girar muchísimo todo el día. En este contexto, vimos un Red Bull rapidísimo en la P1, pero con los equipos poniendo muy poco motor (la pole de la P1 fue un segundo más lenta que la de la P2; había velocidades punta que apenas rascaban 300 km/h), y una P2 con Leclerc y Sainz Jr al nivel de Max.