En uno de los partidos con menos llegadas claras en lo que va del Mundial Sudáfrica 2010, Brasil y Portugal empataron sin goles y ambos se clasificaron a los octavos de final (en ese orden).

Tanto brasileños como portugueses jugaron con la tranquilidad de saber que su clasificación a los octavos estaba asegurada y no arriesgaron demasiado.

Debido a la ausencia de varios jugadores importantes (Kaká, Robinho y Elano) los dirigidos por Dunga tuvieron dificultadas para imponer su “jogo bonito”.

Por su parte, Portugal tampoco pudo manejar la pelota y llegar con claridad al arco de Julio Cesar.

La estrella y showman portugués, Cristiano Ronaldo, apareció sobre el final, pero no pudo desequilibrar.

Con este empate, Brasil se clasificó en la primera posición del Grupo G con siete unidades, mientras que Portugal (también clasificado) finalizó con cinco puntos.