Se produjo el milagro: la discreta pero temible Holanda eliminó a Brasil, y dándole vuelta el partido (algo que se vio dos veces en todo el Mundial).

En los primeros minutos del encuentro, se evidenció una leve superioridad de los holandeses. Sin embargo, no podían generar situaciones de peligro en el arco de Julio Cesar.

En cambio, Brasil fue más contundente y, sin dominar claramente a su rival, concretó la primera situación que tuvo, a los 10, mediante una precisa definición de Robinho.

Desde ahí, el conjunto dirigido por Dunga controló los hilos del partido y dispuso de varias llegadas sin mucho peligro.

En el segundo tiempo, los holandeses salieron con otra mentalidad y a los 53 emparejaron la historia gracias a un gol en contra de Felipe Melo tras centro de Robben.

Pero no se conformaron con la igualdad y a los 63 Sneijder puso el 2-1 mediante un cabezazo certero que dejó sin posibilidades al arquero brasilero Julio Cesar.

Luego, Brasil intentó emparejar las cosas (con uno menos debido a la expulsión de Felipe Melo a los 73 por un pisotón incalificable a Robben) con más desesperación que ideas. A punto tal que casi no tuvo situaciones claras de gol.

Con esta victoria, los holandeses están entre los cuatro mejores del Mundial Sudáfrica 2010, en espera del ganador de la llave entre Uruguay y Ghana.