La escudería estadounidense Haas está interesada en contratar a Daniel Ricciardo para 2023. De concretarse, sería el último clavo ardiendo al cual el australiano podría asirse para continuar en la F1 el año próximo. Una vez que salís, es muy difícil encontrar butaca de nuevo.

Ricciardo tiene contrato para 2023, pero McLaren abonará 21 millones de dólares por la rescisión anticipada del contrato, que permitiría introducir en el equipo al talentoso australiano Oscar Piastri.

Haas no parece por ahora muy interesado en renovar el vínculo con Mick Schumacher, y el no muy prometedor pero estable Antonio Giovinazzi suena con fuerza para ocupar su butaca. Lo de Ricciardo es un albur que puede salir bien si la suerte le sonríe al equipo estadounidense y le da vuelta la cara al actual piloto de McLaren.

Para Daniel, la alternativa más potable es Alpine, un equipo al que ya defendió cuando todavía se llamaba Renault. En su momento, Ricciardo se fue de allí porque veía un techo más alto en el proyecto de McLaren. Ahora debería volver a un lugar que confirmó su pronóstico de hace dos años, pero claramente con un sueldo más bajo y con lejanísimas ilusiones de volver a visitar podios regularmente.