Fue el jefe de Control del Departamento de Circulación de Diario Popular, Fabián Abba, quien encontró a Alfonso Severo. Por Continental, relató Abba que anoche, pasadas las diez de la noche, salía de su vivienda en Gerli para ir a trabajar cuando encontró a Severo.

“Yo estaba esperando el colectivo en la esquina de mi casa, a una cuadra de la fábrica de Cristalux. Ahí apareció, y al verme me pidió si lo podía ayudar, que estaba secuestrado”, relató Abba por Continental.

“Al principio no lo creí, pero luego cuando vi que estaba maniatado, con los precintos, y descalzo, me di cuenta quién era”, añadió en Magdalena Tempranísimo. Según contó, todavía conmovido por el episodio, decidió llevarlo hasta la puerta de su casa, donde le sacó los precintos y le sirvió un vaso de agua fría “ya que estaba muerto de sed y muy nervioso”.

“Hermano, me cagaron la vida“, comentó Severo, mientras “lloraba desconsoladamente”. Luego, le pidió “que llamara a una remisería de su propiedad, y a los 10 ó 15 minutos aparecieron varios amigos y familiares de Alfonso Severo de la remisería y se lo llevaron”.

Pese a que, por su estado de shock, prefirió no indagar detalles sobre el cautiverio de Severo, Abba reveló que el testigo le contó que “le cruzaron una moto, le pusieron una pistola en la cabeza, lo subieron a un auto y se lo llevaron. También lo golpearon cerca de la oreja izquierda”.