El golpe que dio la Selección de Suiza en los octavos de final de la Eurocopa será recordado por muchos años. Un equipo sin grandes figuras, que clasificó como uno de los mejores terceros en la fase de grupos sacó al campeón del mundo, un seleccionado plagado de figuras de primer nivel. Tras un partido extraordinario que finalizó 3 a 3, el conjunto helvético se impuso por 5 a 4 en los penales y eliminó a Francia del torneo.

Los suizos tuvieron un inicio muy positivo. Le disputaron el dominio al campeón del mundo y durante buenos tramos lograron imponerse, con un Breel Embolo sumamente desequilibrante. Realmente eran superiores cuando llegaron al gol a los 14 minutos.

Steven Zuber aprovechó el pique de su compañero Ricardo Rodríguez para distraer y envió un gran centro desde la izquierda. Por el medio, Haris Seferovic, delantero del Benfica, se elevó entre los centrales franceses y puso la ventaja de cabeza.

Al campeón del mundo le costó notoriamente meterse en juego en el primer tiempo. Apostó demasiado a las corridas de Kylian Mbappé y no tuvo casi funcionamiento colectivo. En general, con su categoría individual le alcanza, pero en este caso, se encontró ante un rival que le sacó, mediante la tenencia, el ritmo veloz que suele mostrar. Incluso en defensa, donde cuenta con nombres de inmensa jerarquía, exhibió una gran inseguridad.

Poco cambió el equipo galo en cuanto a actitud en el segundo tiempo. Como si tuviese la permanente sensación de que en cuanto quisiera podía revertir la situación, Francia no acusó recibo ni del resultado adverso ni de la superioridad rival.

Hasta que a los 7, se dio la acción que cambiaría el partido: Zuber eliminó con una facilidad enorme la marca de Benjamin Pavard, se metió en el área y enganchó. El lateral que le hizo un golazo a la Argentina en el último Mundial lo corrió a toda velocidad y, ante el freno del atacante, se lo llevó puesto.

El árbitro Fernando Rapallini dejó seguir y en el contraataque los franceses reclamaron un penal sobre Mbappé. Desde el VAR llamaron al argentino y lo invitaron a revisar la primera acción, que claramente había sido falta. El juez marcó y Ricardo Rodríguez se hizo cargo del disparo, pero el arquero Hugo Lloris salvó a su equipo con un gran manotazo abajo contra su palo derecho.

Esa acción que pudo haber sido definitiva en contra del equipo de Didier Deschamps, cambió el ánimo del juego. Inmediatamente después Mbappé falló una acción clara. Pero el equipo siguió en ataque y ejerciendo una presión insoportable, recuperó nuevamente la pelota y a los 13 empató el encuentro.

La estrella del PSG le puso un gran pase a Benzema que se las ingenió para llevarse la pelota y definir ante Yann Sommer.

Un minuto y medio después, otra vez el campeón mundial mostró su descomunal potencial. Kingsley Coman aceleró por izquierda y habilitó hacia atrás a Antoine Griezmann. El del Barcelona tocó y fue a buscar, recibió un pase de taco de Mbappé y la picó ante la salida del arquero. La pelota no ingresaba, pero por el segundo palo apareció nuevamente Benzema.

No hay una explicación técnica ni táctica a lo sucedido. El talento francés está a la vista, pero el hecho que modificó la historia fue el penal atajado por Lloris. Hasta esa acción, el equipo había mostrado una pálida y desganada imagen.

A falta de 15 minutos, uno de los mejores jugadores de la copa pareció sentenciar la historia. Paul Pogba, un jugador que cuando se interesa en el partido es imparable, agarró la pelota un par de metros atrás de la medialuna del área y con cara interna sacó un remate sublime tanto por efecto como por potencia, que se metió en el ángulo izquierdo del arco.

A partir de algunas modificaciones, como el ingreso de Kevin Mbabu o Mario Gavranović, el conjunto suizo mejoró y aunque no parecía alcanzarle para incomodar a Francia, a falta de 10 minutos descontó.

Tras un buen centro desde la derecha, Seferovic volvió a ganarle a los centrales por vía aérea y con un violento cabezazo marcó el segundo de su equipo.

Poco después tuvo el empate. Rodríguez remató de muy lejos pero le cayó a Gavranović que desde el piso convirtió. Sin embargo, el línea argentino Juan Pablo Belatti lo anuló correctamente por fuera de juego.

Pero Suiza no se retrajo y en el primer minuto de tiempo adicionado, el propio Gravanović igualó el encuentro. Granit Xhaka le puso un pase excelente desde mitad de cancha y el delantero enganchó, hizo pasar de largo a su marcador y definió muy bien contra un palo.

En la última, tras un desborde bárbaro de Moussa Sissoko que enganchó tres veces hasta que encontró el espacio, Coman remató de volea y reventó el palo. Francia no pudo y el partido fue a tiempo extra, lo que ya era sorpresa.

Ya en el arranque del alargue, Coman volvió a generar dificultades por su costado. En su primer desborde generó que Sommer se luzca tras un tiro de Pavard. Pero luego, el conjunto de Vladimir Petkovic, logró resistir al equipo más poderoso del mundo y llevó con relativa tranquilidad el final del encuentro.

En los penales, nueves ejecuciones no sólo fueron efectivas, sino que tuvieron un altísimo grado de virtud técnica. Quién falló, increíblemente, es uno de los futbolistas más importantes del mundo.

En el décimo disparo, Mbappé cruzó el remate contra el palo derecho pero Sommer adivinó y a mano cambiada atajó un tiro decisivo para la historia futbolística de su país.

Suiza hizo un partido impresionante para sus recursos, con gran nivel en la primera mitad, y con un coraje admirable en los últimos minutos del tiempo reglamentario. En cuartos de final tendrá otro escollo importante: se enfrentará a España, a quien derrotó por ejemplo en el primer partido del Mundial 2010, donde los ibéricos luego fueron campeones.