Es difícil calificar a un resultado como este de sorpresivo, dados los batacazos que se han dado en esta misma ronda de la Eurocopa. Sin embargo, el hecho de que el peor tercero clasificado le haya ganado a uno que clasificó en el primer puesto no deja de asombrar.

Ucrania le ganó 2 a 1 a Suecia en el último minuto del alargue y se clasificó a cuartos de final. Oleksandr Zinchenko abrió la cuenta, Emil Forsberg empató y Artem Dovbyk selló el agónico triunfo.

El juego se planteó tal cual era esperable por como ambos llegaban. El equipo sueco asumió el protagonismo. Entre Forsberg, Dejan Kulusevski y Alexander Isak generaron los ataques a pura movilidad. Pero atrás, en contraposición, los defensores se mostraron lentos y un tanto pesados en los desplazamientos. Por eso, el equipo del legendario Adriy Shevchenko, a pesar de ceder la iniciativa, tuvo la mejor oportunidad del primer tramo, a partir de la velocidad de sus delanteros y la pericia de su capitán, Andriy Yarmolenko.

El propio futbolista del West Ham generó una buena acción por derecha que Roman Yaremchuk no pudo definir a pesar de tener tiempo. Finalmente, a los 27, fue efectivamente Ucrania el que rompió el resultado.

Mykola Shaparenko armó una buena jugada pero quien finalmente generó el desequilibrio total fue Yarmolenko. Se metió en el área desde la derecha y ante la concentración de gente vio un pase que nadie más imaginó. Con el revés de su pie izquierdo asistió a Zinchenko que, solo y lejos de la muchedumbre, apareció para rematar con violencia de zurda y vencer a Robin Olsen.

Los ataque suecos, si bien más habituales, fueron solamente con algunos hombres. En cambio, Ucrania se movió como un bloque. En la mayor parte del tiempo, se defendió. Pero cuando ataco, también lo hizo con casi todos sus futbolistas. A pesar de ello, los tres creativos del equipo de Jan Andersson se las ingeniaron para igualar el juego.

A los 42, entre los tres armaron una jugada paciente, hasta que finalmente, el mejor, Forsberg, encontró el hueco para rematar de zurda de afuera del área. Tras un rebote en el pie del defensor Illya Zabarnyi, la pelota se metió en el arco.

Ya en el arranque de la segunda mitad, se armó un partidazo. El conjunto de Shevchenko volvió a generar las mejores oportunidades, como casi siempre por el sector derecho y con Yarmolenko a quien nunca pudieron frenar. El zurdo se destacó tanto cuando desbordó como cuando recortó hacia adentro.

El mejor de Suecia tampoco se quedó atrás. Con espacios, su equipo elaboró una buena contra y Forsberg definió desde la izquierda con su pierna derecha con la cara interna pero la pelota también dio en el palo.

Ambos equipos empezaron a intentar pasar mucho más rápidamente la zona de la mitad de la cancha y el juego se pobló de chances concretas. Suecia tuvo dos remates bárbaro de afuera: el primero de Kulusevski desde la izquierda y el segundo de Forsberg que eliminó dos rivales de izquierda al centro y metió un tiro descomunal que pegó en el travesaño. Hubiese sido uno de los mejores goles del torneo.

Ucrania comenzó a sufrir desde lo físico y le costó seguir atacando como un bloque compacto. Empezó a depender mucho más de corridas individuales de Yarmolenko, pero de a poco el encuentro se le hizo cuesta arriba.

De todos modos, Suecia no terminó de dar el quiebre definitivo. Se arrimó e incomodó pero perdió algo de la chispa que en algún momento del partido tuvo. Finalmente terminaron igualados y el partido fue a tiempo extra.

En el arranque del primer suplementario, cuando poco pasaba desde lo futbolístico, Marcus Danielson le aplicó un planchazo absolutamente criminal sobre la rodilla a Artem Besyedin. El árbitro necesitó del VAR para juzgar con roja tal acto despiadado. La imprudencia del central sueco hipotecó las chances de su selección y sacó al delantero ucraniano de la cancha.

Las interrupciones y la expulsión conspiraron contra lo que quedó del juego. Suecia se retrasó, con algo de lógica, y Ucrania, condicionado por lo físico, no se terminó de animar a tomar el protagonismo que el hombre de más le otorgaba.

Pero cuando todo estaba dispuesto para los penales, el conjunto de ucraniano lo ganó. Zinchenko metió un centro preciso desde la izquierda y Artem Dobvyk, un delantero de enorme contextura física, se elevó entre los centrales suecos, cabeceó de pique al suelo y le dio a su equipo una clasificación tan agónica como histórica.

Ucrania consiguió por primera vez en su historia llegar a los cuartos de final de una Eurocopa y en la próxima ronda enfrentará a Inglaterra. Hasta ahora, la mejor actuación de ese equipo en un torneo grande había sido en 2006, cuando con su actual director técnico, Shevchenko, como futbolista, llegó a cuartos de final del Mundial de Alemania.