Un buque antártico británico que zarpó desde las Islas Malvinas y navegó por aguas argentinas rumbo al puerto chileno de Punta Arenas provocó una alerta en las autoridades navales que activó los mecanismos correspondientes para la aplicación del Decreto 256/2010 que establece la necesidad de contar con autorización nacional para atravesar el mar argentino en dirección a puertos ubicados en Malvinas.

 El buque insignia del British Antarctic Survey bajo registro ilegítimo en las Islas Malvinas, que tiene la función de ser un rompehielos y laboratorio flotante habría cumplido su segunda expedición por la Antártida.

 La Cancillería tomó conocimiento, a través de un informe de la Prefectura Naval Argentina, de la recalada del buque antártico británico, SSR Sir David Attenborough en el puerto de Punta Arenas, ocurrida el pasado 21 de enero.

 Ante este hecho, la Cancillería se concentró en constatar si la Republica de Chile había cumplido con el compromiso dispuesto en la “Declaración de los Estados Partes del Mercosur y Estados Asociados sobre buques que enarbolan la bandera ilegal de las Islas Malvinas”, adoptada en Montevideo el 20 de noviembre de 2011.

 En la citada Declaración de los Estados partes del Mercosur y Estados Asociados “reiteraron el compromiso oportunamente asumido de adoptar, de conformidad con el Derecho Internacional y sus respectivas legislaciones internas, todas las medidas susceptibles de ser reglamentadas para impedir el ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera ilegal de las Islas Malvinas”.

 Con respecto al registro ilegítimo del buque ha sido rechazado por el gobierno argentino en reiteradas oportunidades, y recientemente en una nota del 8 de marzo de 2022, la Cancillería manifestó que “el hecho de que los medios logísticos del BAS (British Antarctic Service) se encuentren inscriptos en registros no reconocidos por el gobierno argentino no está en línea con el espíritu de cooperación del Tratado Antártico”.