Un tiro libre maravilloso del Diablito Claudio Echeverry, la joya de las inferiores de River, y un toque de derecha de Valentino Acuña dentro del área, pusieron el 2-0 inicial en una ráfaga de siete minutos de furia del seleccionado argentino sub17, ante Japón. Después de la derrota en el debut ante Senegal, era importante que el equipo mostrara carácter para afrontar el segundo desafío del torneo. 

Así, a puro toque, Argentina enloqueció a los defensores japoneses de arranque. Sin embargo, a partir de ahí el dominio pasó a ser compartido, con llegadas frente a ambos arcos, pero sin precisión para la definición. 

En el comienzo de la segunda parte, el equipo japonés, que venía de vencer a Polonia, logró el descuento y generó algunas dudas en el conjunto que dirige Diego Placente. Y, casi con el tiempo cumplido, una pelota que cayó en el área argentina terminó con la pelota dentro del arco, pero el árbitro no convalidó el gol por una falta contra el arquero Jeremías Florentín. Hubiera sido el empate y un cachetazo fortísimo para el seleccionado.

Al ratito, ya en tiempo de descuento, Agustín Ruberto aprovechó un contragolpe, estiró la ventaja para Argentina y llevó tranquilidad para los últimos dos minutos de juego. El viernes, el equipo enfrentará a Polonia, desde las 6 de la mañana.