El gobierno de Sebastián Piñera eliminó la expresión "dictadura militar" de los textos escolares para referirse al gobierno de Augusto Pinochet y la reemplazó por "régimen militar", cambio que generó críticas y polémicas en varios sectores, en particular, en el Congreso.

La modificación, que regirá para los libros que son repartidos a los alumnos de la escuela primaria, fue anunciada por el recién asumido ministro de Educación, Harald Beyer, luego de que la medida trascendiera en el diario electrónico El Dínamo.

"Se usa la palabra más general de régimen militar", explicó Beyer, quien a título personal dijo preferir llamar al gobierno de Augusto Pinochet como "régimen dictatorial". El ministro explicó que la medida fue aprobada por el Consejo Nacional de Educación en un proceso que cumplió "con todas las instancias que existen en estos casos" y en el que "participaron muchos educadores".

Al respecto, argumentó que la expresión "régimen militar" es más general que la de "dictadura militar" y que el debate para el cambio "no tiene que ver con adherentes ni con detractores sino con expresiones que se usan habitualmente en estos currículos en distintas partes del mundo".

Ni bien conocida la medida, el gobierno de la Alianza por Chile, surgido de la derecha que fue sostén político de la dictadura pinochetista, recibió una andanada de críticas desde la oposición el sector defensor de los derechos humanos.

La dirigente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, consideró que el gobierno "está intentando blanquear lo que significa haber vivido 17 años bajo una dictadura. Es un tremendo retroceso, un blanqueamiento inaceptable, de lealtad con la dictadura".

"La gente sabe lo que es una dictadura y sabe que nosotros vivimos 17 años en dictadura, entonces que los niños crezcan diciéndoles que es un régimen militar, gobierno militar, es verdaderamente una vergüenza para un país que tiene, como todos, que crecer, desarrollarse, sanar sus heridas y mirar al futuro haciéndose cargo del pasado", expresó la actriz Paulina Urrutia, ministra de Cultura durante la presidencia de Michelle Bachelet.

En el Congreso, el rechazo a la medida fue contundente por parte de la oposición y tuvo matices entre los legisladores oficialistas. "Si se denominaba dictadura y ahora pasa a denominarse gobierno militar producto de que unos técnicos encerrados en una oficina así lo deciden, no va a cambiar el curso de la historia. Yo prefiero que sean los historiadores, los que escriben, los que interpretan, los que le den su denominación", señaló el diputado oficialista Cristián Monckeberg, de Renovación Nacional (RN), integrante de la alianza gobernante.


El legislador del Partido Comunista Hugo Gutiérrez fue el más duro con las críticas al asegurar que "este intento de la derecha de querer cambiar la realidad, de querer reinterpretar la historia patria, va a durar lo que dure este gobierno. Por eso, mientras menos dure, menos van a poder hacer el esfuerzo de querer reinterpretar la historia patria y falsearla".

El cineasta y líder del Partido Progresista, Marco Enríquez Ominami, confesó que le da "vergüenza" la medida, pero advirtió que "es sólo una parte no ya del Gobierno chileno, sino de sectores de la sociedad chilena que siguen pensando que aquello fue algo 'necesario'".

La derecha chilena negó por años la existencia de una dictadura y de violaciones a los derechos humanos, que sumaron 30.000 casos de torturas, incluidos niños, y 3.000 personas desaparecidas, según informe entregado en 2011 a Piñera.