La Campaña Mundial del Accidente Cerebro Vascular pretende difundir la información esencial para salvar vidas y compartir conocimientos acerca de las acciones y conductas de estilo de vida que podrían evitar un derrame cerebral. 

La campaña también pretende identificar oportunidades para mejorar y educar al público en la necesidad fundamental de una calidad de vida adecuada y a largo plazo, atención y apoyo a sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares, incluyendo la formación de los proveedores de atención de accidentes cerebrovasculares.

El ACV es la pérdida de funciones cerebrales como consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo del cerebro, que origina una serie de síntomas variables en función del área afectada.

El reconocimiento de las señales de alerta del ACV es fundamental para que el paciente adopte una conducta en forma rápida y reducir el daño cerebral, que es mayor a medida que pasa el tiempo.

Uno de cada cuatro pacientes que llegan a la guardia con un infarto en el cerebro tuvo señales de alerta en los días anteriores; por ejemplo, entumecimiento, debilidad o parálisis repentina de una parte del cuerpo, confusión, dificultad al hablar o de la comprensión, dificultad para ver con uno o ambos ojos. También, dificultad al caminar, vértigo, pérdida del equilibrio o de la coordinación, fuertes dolores de cabeza, repentinos y sin causa conocida.

La posibilidad de sufrir un ACV aumenta según el número y la severidad de los factores de riesgo que se manifiesten, como presión arterial aumentada, tabaquismo, enfermedades cardiológicas, diabetes, haber tenido un ACV. Pero el tratamiento inmediato de de esta enfermedad puede salvar la vida y reducir la discapacidad.

Una de cada seis personas sufrirá un accidente cerebrovascular (ACV) en algún momento de su vida. Esta predicción ubica a la enfermedad en la tercera causa de muerte y la primera de invalidez en la población adulta, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. 

Entre los principales factores de riesgo para sufrir un evento cerebral están la diabetes, las arritmias cardiacas si las sufre, el colesterol, los triglicéridos, consumo de alcohol, la obesidad, factores hereditarios, el consumo de anticonceptivos orales, de drogas, problemas de trastornos en la coagulación y VHI.

Para conocer mas detalles, en Bravo.Continental entrevistamos al Dr. Ricardo Maiola, neurólogo y docente de la UBA.