Los dos conductores de los trenes involucrados en la tragedia ferroviaria de la estación Castelar, que causó tres muertos y más de 300 heridos, se encontraban después de este mediodía en el juzgado de Morón, donde serán indagados.

Daniel López, el conductor de la formación que embistió a otra en cercanías de la estación Castelar, y Raúl Ahumada, el motorman del tren embestido, se encontraban en los tribunales con sus respectivos abogados defensores a la espera de declarar ante el juez Jorge Rodríguez, informaron fuentes de ese juzgado.

Rodríguez tomará este sábado declaración indagatoria a los dos maquinistas de los trenes que protagonizaron el jueves pasado un accidente en Castelar, donde murieron tres personas y 315 heridos.

Los dos conductores, que resultaron heridos tras el impacto, se encuentran en este momento bajo la primera acusación de "estrago doloso seguido de muerte" en el marco de la causa que investiga el siniestro.

Según fuentes de la línea Sarmiento, el personal afectado es el conductor del tren 3725 chapa 19, Raúl Ahumada, responsable del servicio de 03.56 a 09.49; y el jefe de la formación, Gabriel Di Paola.

También Daniel López, responsable del tren 3727 chapa 1, servicio diagramado de 04.06 a 09.50, cuyo jefe de formación fue identificado como Pablo Suárez.

En tanto, ingenieros convocados por el Ministerio del Interior y Transporte empezaron el viernes con estudios en el lugar del hecho para saber las causas de la colisión.

Por su parte, los guardas que viajaban en cada una de las formaciones declararon como testigos y aseguraron que no notaron nada raro antes del accidente, informaron fuentes judiciales.

Precisaron, además, que no estaban en las cabinas de conducción al momento del impacto, al tiempo que fuentes del juzgado indicaron que se esperaban los resultados de las pericias en cada tren siniestrado.

La colisión de trenes se registró el jueves alrededor de las 7, en la localidad de Castelar, cuando un tren que iba de Once a Moreno chocó a otro que estaba detenido en las vías, en el mismo sentido de circulación y también llevaba pasajeros.

El tren chapa 1 conducido por López "iba en velocidad ascendente" al momento del impacto, que ocurrió a 62 kilómetros por hora, y en el trayecto desde que salió de la estación de Morón paso dos señales de peligro y una de precaución, sin bajar la velocidad, de acuerdo al estudio de su GPS.

Como consecuencia del accidente murieron dos hombres y una mujer y otras 315 personas sufrieron heridas, mientras que solamente permanecían internadas 21.

Uno de los heridos más graves era Agustín, un niño de nueve años, quien corrió riesgo de perder su pierna pero un equipo de cirujanos vasculares y traumatólogos del Hospital Güemes logró evitar la amputación tras una intervención quirúrgica de nueve horas, donde se le practicó un by-pass.