Nació el 14 de marzo de 1879, en Ulm, a orillas del Danubio en la actual Alemania. A los 9 años ingresó en una escuela de Munich y aunque tiempo después su familia se mudó a Italia, él permaneció en la gran ciudad alemana hasta 1895 donde se reunió con los suyos en Italia para luego instalarse en Suiza.

Es por esa época, antes de cumplir 20 años, donde ya insinúa con sus estudios la elaboración de la Teoría que lo haría inmortal, un verdadero número uno.

Esa teoría era la de la Relatividad.

En 1896 renunció a la ciudadanía alemana y continuó sus estudios en el Instituto Politécnico de Zurich. En 1900 se graduó y al año siguiente adoptó la ciudadanía suiza. Consiguió un humilde trabajo en la Oficina de Patentes y en 1903 se casó con Mileva Maric.

En 1905 publicó la Teoría especial de la Relatividad. 

Ese primer postulado afirma que todas las leyes de la física son las mismas en todos los marcos de referencia de movimiento uniforme, resolviendo así una duda existencial de la ciencia que se apoyaba en las teorías encontradas de Michelson y Morley.

Dos años después, llega a un nuevo hallazgo: plantea la equivalencia entre gravedad y aceleración.

Y lo podemos explicar así: imaginemos que vamos en la parte de atrás de un auto que marcha a 80 km por hora y decidimos lanzarle al conductor una pelota de tenis que viaja a 20 km por hora. ¿A qué velocidad se moverá la pelota respecto a alguien que ve la escena desde afuera?
Respuesta: 80 km por hora del auto + 20 km por hora de la pelota, total 100 km por hora.
¿Pero qué pasa con la luz? 
Imaginemos la misma situación, pero en vez de tirar una pelota de tenis encendemos una linterna. ¿A qué velocidad se moverá la luz de la linterna con relación a aquel que la mira desde afuera?
Aquí explicó Einstein que ya no se podía sumar y restar como en la mecánica clásica. Apoyándose en unos trabajos físicos previos decidió que solo había una solución: considerar como relativas las variables que intervienen en el concepto de velocidad (es decir, espacio y tiempo). El tiempo y el espacio son relativos. Un hallazgo extraordinario.

Recién en 1916, mientras era profesor de varias universidades, publicó su teoría general de la relatividad. Este trabajo amplió el publicado anteriormente. Postuló la equivalencia entre aceleración y gravedad y definió a la gravedad como la deformación que causa una masa en el espacio. Estaba explicando, sin saberlo del todo, los quásares y los agujeros negros.

Albert Einstein, el poder de la inteligencia

En 1917 llegó a la conclusión de que el universo estaba en expansión. Pavada de detalle.

Se separó de su esposa y se casó con su prima Elsa. Ya le había llegado la fama mundial.
Como dijimos, Einstein había nacido en Alemania. Su familia era judía por lo que rechazó al régimen nazi que tomó el poder en su país de la mano de Hitler. 
En 1933, Albert abandonó para siempre Alemania y se radicó en Estados Unidos. 
Fue un firme defensor de la creación de un estado judío en Palestina, por lo que en 1952 le fue ofrecida la presidencia de Israel, la que rechazó.

Para la camarilla nazi, los judíos no eran solo un medio que desviaba el resentimiento que el pueblo experimentaba contra sus opresores; veían también en ellos un elemento inadaptable que no podía ser llevado a aceptar un dogma, y que, en consecuencia, amenazaba su autoridad con el fin de esclarecer a las masas.
La prueba de que este problema era vital, la proporcionó la solemne ceremonia de la quema de libros, ofrecida como espectáculo por el régimen nazi poco tiempo después de adueñarse del poder.

Volvamos a Einstein. 
Su famosa fórmula E=mc2 (energía de un cuerpo en reposo (E) es igual a su masa (m) multiplicada por la velocidad de la luz (c) al cuadrado), fue la base para comenzar la investigación sobre la energía nuclear. Pero él jamás pensó dar un fin bélico a ese descubrimiento.
Cuando supo en 1939 que en la Alemania de Hitler se había avanzado mucho en la fusión nuclear, le advirtió al presidente norteamericano Roosevelt que era necesario prepararse para un conflicto en ese campo.

El 16 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal, que anteriormente había sido reforzada quirúrgicamente por el doctor Rudolph Nissen en 1948. 
Einstein rechazó la cirugía, diciendo: “Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo haré con elegancia”. 
Murió en el Hospital de Princeton a primera hora del 18 de abril de 1955 a la edad de 66 años. 

Bonus track

Albert Einstein, el poder de la inteligencia

A los seis años de edad comenzó a tocar el violín y más adelante el piano. El primero de estos instrumentos, en sus propias palabras, era su mayor alegría.
El aprendizaje del violín fue para Einstein algo natural. Si bien tomó clases desde los 6 años, se aburrió rápidamente de los maestros a los que consideraba sin gracia. Dejó la educación musical a los 13 años, pero el violín lo acompañó el resto de su vida.

Entonces, imaginemos una música suave de violín para cerrar la historia de este genio universal.