Los científicos han identificado la región del cerebro relacionada con el tacto genital en las mujeres, y han descubierto que está mejor desarrollada en aquellas que con frecuencia estimulan esa parte de su cuerpo.

El estudio, publicado en la revista Journal of Neuroscience, examinó la conexión entre el tacto y el desarrollo cerebral en 20 mujeres adultas. Como parte de la investigación, a las voluntarias, de entre 18 y 45 años, se les estimuló el clítoris mientras se les escaneaba el cerebro utilizando imágenes de resonancia magnética funcional.

Para la estimulación, se aplicó un pequeño objeto redondo sobre la ropa interior al nivel del clítoris. El dispositivo se hizo vibrar ocho veces, durante 10 segundos cada vez, intercaladas con 10 segundos de descanso.

Los investigadores también preguntaron a las voluntarias con qué frecuencia habían tenido relaciones sexuales durante el último año. Los resultados de las imágenes confirmaron que la región de la corteza somatosensorial del cerebro se activaba en cada mujer cuando vibraba el dispositivo.

Luego, los investigadores midieron el grosor de esa área del cerebro y encontraron que era más robusto en las voluntarias que informaron tener la mayor cantidad de sexo. “Encontramos una asociación entre la frecuencia de las relaciones genitales y el grosor del campo genital mapeado individualmente”, dijo la coautora del estudio, la Dra. Christine Heim, profesora de psicología médica en el Hospital Universitario Charite en Berlín. En otras palabras: cuanto más sexo, más grande es la región.

Sin embargo, la investigación no pudo confirmar si tener una corteza somatosensorial más desarrollada impulsa más relaciones sexuales, o si más relaciones sexuales expanden esa región del cerebro, como ejercitar un músculo.

Se ha establecido previamente que ciertas partes del cerebro se vuelven más grandes cuanto más se utilizan, un concepto conocido como “plasticidad cerebral”. Por ejemplo, se ha descubierto que la región del hipocampo del cerebro de los taxistas de Londres se expande con una mayor experiencia de navegación.

Heim dijo que se requieren más estudios. “Está completamente poco estudiado cómo se representan los genitales femeninos en la corteza somatosensorial en los seres humanos, y si tiene la capacidad de cambiar en relación con la experiencia o el uso”, dijo.

En un estudio de 2013, Heim descubrió que las personas que habían sufrido violencia sexual traumática tenían un adelgazamiento de las áreas del cerebro dedicadas a los genitales. “Especulamos en ese entonces que esta podría ser la respuesta del cerebro para limitar la percepción perjudicial del abuso”, dijo a la AFP, y agregó que espera que su nueva investigación ayude en el desarrollo de futuras terapias orientadas a rehabilitar esta región entre sobrevivientes de abuso.

Mientras tanto, esta no es la primera vez que la investigación llega a la conclusión de que el sexo es bueno para el cerebro. En 2016, los científicos de la Universidad McGill en Canadá descubrieron que las mujeres jóvenes que mantienen relaciones sexuales tradicionales tienen más facilidad para recordar cosas que sus contrapartes menos activas sexualmente.

Ese mismo año, un estudio de la Universidad de Coventry encontró de manera similar que los hombres mayores que tienen sexo con regularidad tienen una mejor “salud cerebral” y es menos probable que pierdan la memoria. Mientras tanto, existen anteriormente afirmaciones de un médico que decía que el sexo ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud.