Según diversos estudios, los españoles tienen sexo en promedio, una vez por semana. Si bien los encuentros tienen relación con la edad de las personas consultadas, en casí todas las franjas etarias la regularidad de las relaciones se repite.

Por otro lado, se ha determinado que los hombres ponen el acento en la cantidad de veces que se producen encuentros sexuales, mientras que las mujeres prefieren menos sexo y de mayor calidad.

Otro de los elementos a considerar, que ha crecido exponencialmente durante la pandemia, es el uso de juguetes sexuales. En la península, el 60% de las personas los utiliza para complementar su deseo de obtener placer sexual.

Según la consultora YouGov, más de una quinta parte de los españoles mantiene relaciones sexuales una vez a la semana, mientras que el porcentaje de aquellos que practicaban sexo todos los días es de un 2%.

En cuanto a la periodicidad de las relaciones sexuales por género, el porcentaje de hombres que tenía sexo una vez a la semana se elevó hasta el 24%, un valor que representaba una diferencia de seis puntos porcentuales con respecto al de las mujeres.

Por otra parte, según el estudio Ulisas, que publica 20 Minutos, mas del 10 por cientos recurrió además al cybersexo, una práctica que se extiende.

Asimismo, los juguetes sexuales empiezan a ser predominantes en la vida de los ibéricos. Según un estudio de la marca sueca de enseres para satisfacción sexual "Lelo", el 53% de los españoles tiene un juguete erótico y la mayoría (el 61,5%) lo usa todas las semanas.

En uno de los estudios anteriores, los investigadores pidieron a una parte de las parejas que participaban en la investigación que duplicaran la frecuencia con la que mantenían relaciones durante tres meses. Una vez finalizado este periodo, las parejas reportaron un estado de ánimo significativamente más bajo y una pérdida de interés y disfrute del sexo respecto a las otras parejas que habían seguido con su rutina sexual de siempre.

En definitiva, la sensación que los franceses reumen en la frase La petite mort, la pequeña muerte, ese estado de temblor en las piernas, piel de gallina, relajación de los músculos y liberación de endorfinas, que sintetiza el clímax, sigue siendo una búsqueda constante de los seres humanos.