Martín Lousteau es la figura del radicalismo con mayor peso en la Ciudad de Buenos Aires. Facundo Manes es el dirigente con mejor intención de voto en todo el país. Hasta ahora, se mantenían alejados, pero ayer, dieron un mensaje de unidad y articulación que hace crecer sus chances dentro de Juntos.

Ayer se mostraron juntosen una charla en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, armada especialmente para eso: dar el mensaje de que empezaban a trabajar mejor combinados. 

Lousteau es precandidato a Jefe de Gobierno porteño, en principio con el aval de Horacio Rodríguez Larreta, pero el economista siente la aparición de Jorge Macri en la disputa, como una traición.

Manes por su parte, pelea por la precandidatura presidencial, y probablemente la obtenga, pero luego deberá enfrentar al propio Larreta, a Patricia Bullrich o tal a vez a Macri. Y no piensa desistir en su intento.

Justamente el neurocientífico recalcó en la charla que en las legislativas del año pasado, “enfrentó” al “poder territorial del PRO, el poder empresarial y al poder mediático”, fuerte definición.

Manes sentenció: “Con todo en contra, con 20 días de campaña y un sueño, sacamos más de un millón de votos y la UCR de la Provincia se puso de pie. Y es el partido radical que va a buscar el poder el año que viene en la mayoría de las categorías. Ha vuelto el radicalismo de la provincia de Buenos Aires y el radicalismo va a liderar la coalición de Juntos por el Cambio el año que viene”, expresó desafiante.

Por otro lado, Lousteau jugó con propuestas, dijo que el gasto del estado por habitante se multiplicó por 2,5 y que: "deberíamos recibir mejores servicios de salud, educación y seguridad y eso no pasa. Hemos perdido el concepto de lo que es prioritario y cómo gestionarlo. Hay gasto público por todos lados que no le rinde al ciudadano. Tenemos un Estado que perdió el foco de cómo debe funcionar. La batalla de esta generación es tener el coraje para volver a hacer un estado al servicio de los ciudadanos”.

La dupla promete dar que hablar y generar una inyección de proactividad en el radicalismo.