Facundo Manes, neurocientífico, recién ingresado en la política y diputado nacional, se negó a firmar el proyecto de juicio político contra el presidente Alberto Fernández, por los dichos de este, respecto al fiscal Diego Luciani.

¿Porque lo hizo? Simple, porque incluso en el aventurado caso, en que la acusación prospere en diputados, el que juzga es el Senado y allí no hay chance de que el juicio político condene a Fernández. Todos los saben, en el Congreso y fuera de él.

¿Y porque lo hacen de todos modos? La política es un juego de signos y símbolos, es una forma que encontró la oposición de aprovechar la enorme pavada que dijo el presidente en el programa A Dos Voces.

¿Porque Manes no se pliega? Justamente porque el juicio no va a prosperar, porque no está  acostumbrado a este juego de la política de "venderle humo" a la gente y porque prefiere hacer cosas conducentes que es a lo que se ha dedicado toda su vida.

Además, porque no acepta la lógica de la "obediencia debida" del bloque. Usa su libre albedrío, su buen saber y entender, si coincide con sus compañeros de bancada acompaña, y sino, no es una oveja, usa su mandato popular para representar al pueblo lo mejor que puede, de acuerdo a su apreciación de las cosas.

Todo esto es un pecado mortal para la elite política. El ex presidente Mauricio Macri, salió a llamarlo "individualista" por ser un individuo. No es que Manes se haya negado a votar con los suyos una ley que iba a salvar a la patria, o a un gobierno propio del colapso. Lo que no acompañó es una fantochada.

El juicio político a Fernández ¿corresponde de acuerdo a lo que dijo?. Las opiniones varían de acuerdo al constitucionalista, pero en definitiva no va a prosperar. 

Es sí de esperar, que quienes lideran o pretenden hacerlo, empiecen a entender que es bueno que en las listas haya individuos, con pensamiento propio y coraje para sostenerlo. De ovejas estamos llenos y así estamos.