Entre las 6 y las 10 de la mañana, personal de la guardia y el departamento de terapia intensiva del Hospital Fiorito debió atrincherarse ante la amenaza de unas treinta personas armadas que protestaban por el fallecimiento de sus conocidos.

La situación fue confirmada por la jefa de guardia de la clínica, Miriam Cobos, quien se encontraba encerrada en el lugar con otros 20 médicos, pacientes y enfermeros. "Llamamos al 911 y vino algún patrullero. ¿Pero qué hacen dos oficiales solos contra una turba de personas?", explicó.

Según informó la médica en diálogo con Todo Noticias, la Policía Bonaerense no pudo enviar más refuerzos al lugar porque "el personal está avocado a una carrera en Avellaneda".

La situación comenzó cuando ingresaron al hospital dos personas fallecidas: una por un accidente de tránsito y otra en un hecho delictivo. "Entonces me encontré con gente agresiva en la puerta de entrada. Eran los familiares del fallecido, que empezaron a agredir al personal. La gente de terapia intensiva se encerró. Yo quedé en la guardia y nosotros también todavía estamos encerrados", relató.

Más tarde, luego de que la situación se resolviera de forma pacífica, el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, se hizo presente en el lugar y aclaró: "Hubo amenazas verbales, pero no se impidió el trabajo en las guardias".