Tenían una relación de celos enfermizos que se tornó en un infierno en los últimos dos años, cuando Susana Freydoz descubrió un mensaje de texto enviado por su marido, Carlos Soria , a una supuesta amante que corroboraba que le era infiel, tal como lo sospechaba. "Pese a todo te sigo extrañando", le escribió. A partir de allí, las discusiones que siempre tuvieron aumentaron de tono. Él alardeaba de sus aventuras, y decía que salía de su casa porque su mujer le rompía "los huevos". Ella se sumergió en una profunda depresión.

"Hay un episodio desencadenante en su esposa, que es una supuesta infidelidad que ocurre dos años antes del hecho. A partir de eso entra en esa pendiente", confirmó Alberto Riccheri, abogado de Freydoz, viuda de Soria y única imputada por la muerte del entonces gobernador de Río Negro, ocurrida en una finca en la celebración de año nuevo.

En diálogo con Radio Continental el letrado además indicó que Freydoz, según se rescata de las declaraciones de los testigos, sufría celopatía, una patología vinculada con celos enfermizos. Al día de hoy, según dijo, continúa con la misma medicación que le recetaron los médicos, el día del fatal suceso.

Riccheri dijo que su decisión, por ahora, es que Freydoz no testifique. "Yo creo que tiene poca información para dar. Tiene un vínculo con el hecho de mucha desconexión, de mucha distancia. Yo creo que sabe lo sucedido, aunque lo que no sé es cómo lo mide", indicó.