El fiscal Álvaro Garganta, que investiga el asesinato de cuatro mujeres en La Plata, confirmó que en las próximas horas solicitará la prisión preventiva del único acusado, Osvaldo Martínez.

El letrado indicó además que Martínez (27) tenía una relación sentimental con una de las víctimas, Bárbara Santos (29), por lo que una de las principales hipótesis es el móvil pasional.

Garganta indicó que al momento de su detención el sospechoso tenía rasguños en su rostro y rastros de sangre debajo de sus uñas, lo que indicaría que mantuvo algún enfrentamiento con otra persona, aunque aclaró que todavía se deben realizar las pericias pertinentes.


Por su parte,  el magistrado anunció este lunes a la prensa que una vez que reciba las actuaciones del fiscal Alvaro Garganta, resolverá antes de las 13 si convierte la aprehensión del sospechoso Osvaldo Martínez en detención.

Atencio dijo que por sus conocimientos en artes marciales, Martínez pudo haber actuado solo, aunque "no se descarta la participación de más personas".

Respecto a los elementos que comprometen al imputado, el juez afirmó que encontraron "rastros de sangre debajo de sus uñas" y que hay testigos que "vieron su auto estacionado" en la casa donde ocurrió la masacre la noche de los hechos.

Más temprano, por Magdalena Tempranisimo, Atencio señaló que de acuerdo a lo que algunos testigos contaron espontáneamente ayer en el lugar del hecho, existía entre el detenido Martínez y la víctima Bárbara Santos "una relación conflictiva por el lado de los celos".

Al describir la escena del crimen, Atencio dijo: "En primer lugar encontré que el lugar no había sido violentado, tampoco encontré faltantes, de modo que la intención de robo me parece que no va".

Luego explicó que vio "un escenario donde las víctimas estaban en distintos lugares", Santos "bañándose"; su madre, Susana de Debartole, y su amiga, Marisol Pereyra "en la cocina", y la nena de 11 años, Micaela Galle Santos, "en la cama".

"Si nos encontramos con dos muertos en la cocina, una muerte en el dormitorio y la persona con la que existe el conflicto se está bañando, se puede pensar que el hombre, lejos de ser un psicótico, seleccionó la escena delictiva, esperó el momento en que estuvieran las personas separadas y les dio muerte primero a los que podrían llegar a ser testigos", evaluó el juez.

Atencio afirmó que en este caso el hecho debería caratularse como "un homicidio y tres homicidios calificados porque fueron perpetrados para lograr la impunidad".

"Es un hombre que practica karate, fuerte y tendría la aptitud física para emprender una acción violenta con facilidad", manifestó.

Además, dijo que, salvo el caso de su novia Santos, "podría decirse ninguna de las otras tres víctimas ofreció una resistencia importante".

El juez agregó que otro de los elementos que comprometen a Martínez es que "en el reconocimiento médico" se le detectaron "lesiones y contusiones en los brazos" que pudo habérselas provocado su pareja al momento de resistirse.

La masacre fue descubierta ayer a la madrugada en un inmueble ubicado en la calle 28, entre 41 y 42, del barrio platense La Loma, donde un vecino llamó al 911 al ver pisadas y rastros de sangre.

La policía encontró los cadáveres de Bárbara Santos (29); de su madre, Susana Debartole (63); de su hija, Micaela Galle Santos(11), y de su amiga, Marisol Pereyra (30).

La pesquisa se orientó de inmediato al novio de Santos, porque sus vecinos lo vieron regresar de madrugada y apurado a su casa y otros testigos vieron su auto estacionado en la casa donde ocurrió el cuádruple asesinato.