En su declaración ante la Justicia, el testigo del juicio por el asesinato del militante del PO Mariano Ferreyra insinuó que podían ser de la zona del Parque Indoamericano. Además, se confeccionó un identikit a raíz de los datos de la víctima.

Severo, que denuncia las mafias dentro del gremio ferroviario, estuvo cautivo veinte horas dentro de una camioneta.

En su declaración posterior, dio detalles del hecho y lo vinculó con “poderes que están al costado del Gobierno” y reiteró que todo fue “un mensaje para la presidenta”.

A raíz de este hecho, el magistrado Horacio Díaz, presidente del tribunal a cargo del juicio por la muerte del militante del Partido Obrero, pidió custodia para todos los testigos.