A partir de la firma de la participación al casamiento de Máxima Zorreguieta con el príncipe Guillermo Alejandro, la grafoanalista Susana López Zavaleta realizó para Infobae un perfil de la futura reina de Holanda.

“A pesar de que tiene más de diez años esta firma, las características principales de la persona, en general, no cambian a grandes rasgos”, explicó.

“El texto siempre va a dar información sobre cómo se maneja la persona en su ambiente social y la firma es la verdadera personalidad, la localización del yo y la ambición, qué aspiraciones tiene la persona”, detalló la experta.

En la tarjeta también aparece la firma de su esposo y en ambos casos usan su nombre de pila. “Está indicando una voluntad de ser ellos mismos. Demuestra que es algo más espontáneo y menos protocolar”, analizó.

En el caso de la firma de Máxima lo primero que se ve es que es “semilegible”, es decir, que hay una intención y deseo de no exponerse abiertamente. “Por el trazo de la M, se desprende que ella está mucho más apegada a la figura paterna y denota nostalgia, que le causa una sensación de vacío y desamparo por momentos”, aclaró.

Y agregó: “En la M que ella cruza encima, hay un estigma con la figura materna que denota dolor íntimo y falta de comunicación y comprensión de parte de su madre.

“La letra aplanada denota cierta presión en ese ambiente y al mismo tiempo hay una sumisión a una disciplina rígida. Pero tiene a su favor que es una persona que se aferra a sus propias ideas y creencias”, destacó.

“De la firma se desprende que Máxima es una persona objetiva, todo lo intelectualiza, es más mental que afectiva, es muy racional, es influenciable, sensible y receptiva”, concluyó, y añadió: “Por los movimientos de la letra, se ve que tiene aspiraciones y ambiciones. Además, le interesa, le gusta y cumple con el protocolo, es sumisa y accesible al protocolo”.

López Zavaleta consideró que en las letras se ve una Máxima cansada y sobreexigida que “deberá superar esa sensación de vacío y desamparo por la ausencia de la figura paterna y materna, pero sobre todo paterna. Tendrá que trabajar para adaptarse a las duras pruebas que debe afrontar, aceptar disciplina del medio ambiente, del exigente protocolo y tratar de no vivirlo como una falta de libertad de expansión sino como un estilo de vida para el que no fue preparada en su infancia, por lo cual tendrá que adaptarse a sus exigencias”.

En ese sentido, la experta también analizó las líneas de su marido, el príncipe Guillermo Alejandro, que firmó con su nombre “Alexander”. “Es semilegible como la de ella, pero empieza con una A con doble fondo, como que es reforzada, y eso habla de una persona que se apoya en todo su entorno, que lo disfruta y le de seguridad. También se lee que es muy diplomático, hábil y seductor. Refuerza su mundo íntimo pero a la vez no es tan comunicativo en ese mundo porque no le gusta mostrarse tal cual es”, evaluó.

De la firma se desprende que tiene un orden y una claridad en las ideas que se destaca, “tiene una gran seguridad en sí mismo y un gran sentimiento de superioridad. Con ese final largo, demuestra un muro de distancia para con los demás”.

“Puede parecer snob, pero en realidad lo que esconde es que no le gusta exponerse a la crítica, al juicio. Aunque le encanta ser reconocido, le agrada la gratificación, lo cual da un comportamiento sobrio”, concluyó.

Según la experta, las firmas del matrimonio real demuestran que son compatibles entre sí y hasta bastante parecidos, pero ella es más abierta que él.