La Corte Suprema avaló las propuestas que hizo la presidenta Cristina Fernández para introducir importantes reformas en el Poder Judicial. Sin embargo, evitó tomar partido sobre la elección popular de los representantes del Consejo de la Magistratura, por entender que se trata de “un tema del Congreso”.

A la vez, los integrantes del máximo Tribunal negaron “estar en guerra” con el gobierno nacional.

Así se desprendió de una reunión informal que mantuvieron este lunes los siete ministros de la Corte Suprema, en momentos en que la Casa Rosada realiza los últimos arreglos al paquete de reformas judiciales que en los próximos días enviará al Parlamento.

Durante el encuentro, los magistrados afirmaron también que no hay disputas internas en el seno del Poder Judicial, pese a que la semana pasada una nueva corriente, bajo el lema “Justicia legítima”, realizó duras críticas a la Corte y reclamó una “democratización” en línea con el gobierno.