El ministro de Planificación, Julio de Vido, y el de Trabajo, Carlos Tomada, anunciaron que el Gobierno dictó conciliación obligatoria en el conflicto de la minera Vale .

Tomada expresó que "la medida abarca a Vale y a las empresas contratistas y subcontratistas, hasta el 11 de abril". El ministro afirmó que "la empresa Vale tiene responsabilidad social que cumplir y que el presidente de la empresa ni siquiera ha venido a la reunión

De Vido, afirmó que la Nación no tiene "intención de abandonar la explotación del proyecto porque los recursos están", mientras que el gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, sostuvo que "el proyecto va a continuar con Vale o sin Vale".

El gigante brasileño Vale ordenó a sus contratistas "desmovilizar los campamentos" de la mina de potasio que construía en el sur de Mendoza, el mayor emprendimiento en marcha en la Argentina.

La "desmovilización" significa el despido de no menos de 6000 empleados, entre puestos directos e indirectos, aunque los cálculos más pesimistas dicen que los afectados podrían ser hasta 11.000.

La obra entró en receso en diciembre por las fiestas de fin de año y nunca volvió a ponerse en marcha. En enero, Vale dijo que buscaba soluciones y que por ello seguiría demorando la reanudación de los trabajos. Ya por entonces el gobernador mendocino había amenazado con la quita de concesión.