Continúa en el sur de Mendoza la incertidumbre por la detención que determinó la minera brasileña Vale en el yacimiento de potasio de Río Colorado.
La provincia que gobierna Francisco “Paco” Pérez analiza alternativas para que el proyecto continúe “con o sin Vale” y sigue negociando en pos de una crisis social.

Hasta este fin de semana, no hubo desmantelamiento, sino desmontaje de unas seis máquinas viales que pertenecían a contratistas de Vale. El campamento y comedor para 2.500 personas, las subestaciones eléctricas, los tanques de agua, talleres metalúrgicos y el hospital están activos, informaron fuentes de la Gobernación y del Departamento de Malargüe.

Por Continental, Juan Agulles, intendente del mentado departamento del sur cuyano, consignó que “el viernes había una reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación con las cuatro provincias involucradas en el proyecto, con todas las autoridades de la Secretaría de Minería y el Ministerio de Planificación. Lamentablemente, la empresa no se presentó e inmediatamente se dictó la conciliación obligatoria hasta el 11 de abril y en el ínterin se va a trabajar para ver si la empresa va a continuar con el proyecto y, en caso de hacerlo, en qué condiciones, porque tiene una gran responsabilidad, sobre todo por los puestos de trabajo”, puntualizó en La Mañana.

La obra entró en receso en diciembre por las fiestas de fin de año y nunca volvió a ponerse en marcha. En enero, Vale dijo que buscaba soluciones y que por ello seguiría demorando la reanudación de los trabajos.

El proyecto de extracción de potasio para producir fertilizantes incluía, además de la mina en Mendoza, una vía férrea y una terminal portuaria en Bahía Blanca. Estaba previsto un costo de 6000 millones de dólares; Vale dice haber invertido ya unos 2200 millones.