El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha dicho que las autoridades deben “tratar con decisión a aquellos que se oponen a la seguridad y la tranquilidad del país”, informaron los medios estatales iraníes.

Los manifestantes han tomado las calles de Teherán y otras ciudades importantes durante ocho noches seguidas desde la muerte de Mahsa Amini.

La mujer kurda de 22 años fue declarada muerta tres días después de su arresto en la capital iraní por llevar el velo hiyab de forma “inadecuada”.

Raisi hizo los comentarios en una llamada telefónica de condolencias a la familia de un agente de seguridad que fue asesinado a puñaladas la semana pasada, presuntamente por manifestantes.

El viernes, la agencia de noticias Borna, que está afiliada al Ministerio de Deportes, dijo, citando a la televisión estatal: “El número de personas que murieron en los recientes disturbios en el país ha aumentado a 35 personas”.

La cifra oficial había sido previamente de 17 muertos, incluidos cinco miembros del personal de seguridad.

Miles de personas marcharon por Teherán durante una manifestación a favor del hiyab el viernes, rindiendo homenaje a las fuerzas de seguridad que se movilizaron para sofocar una semana de protestas de lo que los medios llamaron “conspiradores”.