El no tan cristalino presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, empieza a pasarla realmente mal, después del hallazgo de documentación clasificada del gobierno norteamericano en su propio domicilio y en sus oficinas particulares.

El actual mandatario que ambiciona su reelección en principio negó el hecho, pero ayer, por fin, la Casa Blanca se vio obligada a aceptar que todo lo denunciado es efectivamente así. Los asesores del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, localizaron documentos con marcas clasificadas en dos lugares dentro de su casa en Wilmington, Delaware, dijo la oficina del abogado de la Casa Blanca en un comunicado este jueves. Los documentos fueron ubicados en un área de almacenamiento en el garaje y luego en una habitación adyacente.

Por otro lado, el comunicado indica que: "Como se hizo en el caso del Centro Penn-Biden (sus oficinas privadas donde se encontraron documentos similares), se notificó de inmediato al Departamento de Justicia y los abogados hicieron arreglos para que el Departamento de Justicia tomara posesión de estos documentos”, se lee en el comunicado.

El departamento de Justicia por su parte, designó al fiscal que investigará a Biden. Se trata de Robert Hur, un ex fiscal en Maryland quien tiene una "larga y distinguida trayectoria", según anunció este jueves el secretario de Justicia, Merrick Garland.

En 2017, el entonces presidente Donald Trump designó a Hur fiscal federal en Maryland, cargo que desempeñó hasta su dimisión en 2021. Durante ese tiempo, Hur tuvo un papel clave en una serie de casos de alto perfil, como el escándalo de libros para niños que involucró a la entonces alcaldesa de Baltimore, Catherine Pugh, que resultó en la condena de la funcionaria a tres años de prisión.

"Rob ha estado aquí el tiempo suficiente: sabe en qué se está metiendo", dijo este jueves a CNN Rod Rosenstein, exvicesecretario de Justicia de Trump, para quien Hur trabajó durante un tiempo como asesor principal.