Rusia ha tomado recientemente tres decisiones que han aumentado la inseguridad en el continente europeo. En primer lugar, anunció su salida del Tratado Internacional de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TICEN), un tratado que había sido ratificado por Rusia en 2000 pero que nunca entró en vigor debido a la falta de ratificaciones necesarias, ya que Estados Unidos nunca lo firmó. Aunque Rusia ha afirmado que seguirá respetando el tratado, su salida ha generado preocupación en la comunidad internacional.

En segundo lugar, Rusia también se ha retirado del Tratado sobre Control de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FCE), un tratado que limita los despliegues de fuerzas militares no nucleares en el continente europeo. Como respuesta, la OTAN anunció la suspensión de su participación en dicho tratado. El FCE fue un acuerdo importante que contribuyó a reducir los despliegues militares durante la Guerra Fría.

Por último, Rusia ha llevado a cabo el lanzamiento de un misil balístico con capacidad nuclear desde un submarino en el Mar Blanco. Este misil, conocido como 'Boulava', puede llevar hasta 10 ojivas nucleares y tiene un alcance de 8,000 kilómetros. Además, Rusia ha realizado maniobras militares con un misil intercontinental de largo alcance.

Estas decisiones por parte de Rusia han generado preocupación en Europa y Estados Unidos, ya que aumentan la sensación de inseguridad y podrían desencadenar una nueva carrera armamentística. Aunque la postura nuclear rusa no ha cambiado, se percibe una intención por parte de Rusia de mantener una sensación de amenaza.

Estas acciones de Rusia se enmarcan en su conflicto con Ucrania, iniciado en febrero de 2022. Aunque Rusia ha amenazado con el uso de armas nucleares en varias ocasiones, los expertos creen que es poco probable que las utilice a menos que se vea directamente amenazada por tropas ucranianas.

En resumen, las recientes decisiones de Rusia de abandonar tratados internacionales y llevar a cabo lanzamientos de misiles nucleares han aumentado la inseguridad en Europa. Estas acciones han generado preocupación en la comunidad internacional y podrían desencadenar una nueva carrera armamentística.