Luego de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, acusará a su par ruso Vladimir Putin de "criminal de guerra" y "asesino", vino la inmediata respuesta del Kremlin, como era de esperarse. 

El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov, aseguró que: "Nuestro presidente es un estadista muy sabio, perspicaz y culto. También es jefe de Estado y máximo dignatario de la Federación de Rusia. Semejantes declaraciones del señor Biden son absolutamente intolerables, inadmisibles e imperdonables”.

Peskov no se quedó allí y contragolpeó: “Lo que es más importante, difícilmente tiene derecho a hacerlas el dirigente de un país que durante años ha estado bombardeando a personas a lo largo del mundo", sentenció.

Además, el portavoz recordó que Estados Unidos lanzó las bombas atómicas contra las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, donde murieron más de 200.000 personas.

Del mismo modo, el director general de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin, publicó este jueves en su cuenta oficial de Twitter un video que muestra a Biden afirmando que el bombardeo en 1999 de la capital yugoslava, Belgrado, fue una sugerencia suya.

Resulta poco explicable la retórica hostil de Biden. Sus palabras pueden generar un conflicito de similar nivel al generado por proveerle a Ucrania una zona de exclusión aérea que le permita proteger a sus civiles, pero Occidente se niega a hacerlo mientras se arriesga a un conflicito por una mera frase.