En el proyecto de construcción y mejoramiento de la nueva autopista 4G Villavicencio-Yopal, se recuperaron 334 piezas y unas nueve toneladas de cerámicas y artefactos como partes de ollas, cuencos, urnas y herramientas que pertenecían a una civilización prehispánica que habitó en la región de los Llanos Orientales.

El monitoreo planeado dentro del Programa de Arqueología Preventiva implementado por la Concesionaria Vial del Oriente (Covioriente), encargada de este proyecto 4G, hizo posible que se identificaran en el inicio de las obras más zonas arqueológicas en las regiones de impacto. Esto permitió salvaguardar los restos arqueológicos.

De acuerdo con los arqueólogos, la mayoría de los vestigios hallados con patrones ocupacionales dataría de los años 800 y 500 a. C. y va hasta el 1.500 d. C.

Con una inversión de más de 35 millones de dólares el programa de arqueología llevará a cabo el monitoreo, excavación, rescate de piezas, laboratorio especializado, informe final y socialización de las partes interesadas y disposición del material arqueológico.

Antes de este descubrimiento, se creía que estos lugares eran habitados por sociedades nómadas con pocos vestigios. Ahora los arqueólogos pudieron comprobar que se trataba de una civilización con grandes asentamientos y patrones de ocupación diferentes a lo que se imaginaban.

"Se pensaba que estas áreas de vivienda estaban fundamentalmente en zonas altas, protegiéndose de las inundaciones y de todos los procesos propios de los ríos en la región, pero lo que se identificó, por ejemplo, en el marco del proyecto del corredor vial, es que hay muchos yacimientos, sobre todo en el departamento del Meta, que quedan en zonas bajas, inundables", detalló Rubiano.

Los arqueólogos notaron que eran sociedades mucho más sedentarias, que tenían pequeñas aldeas, varias agrupaciones de casas alrededor de algunos sitios puntuales, aunque también existían patrones de ocupación de viviendas aisladas.

De acuerdo con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, en este tipo de obras se implementaron prospecciones intensivas, excavaciones estratigráficas y actividades de verificación y monitoreo que permitieron reconocer áreas arqueológicas que podrían corresponder a viviendas principales, secundarias y auxiliares, de entierro, zonas de cultivo, áreas de tránsito, áreas de rituales, así como zonas de trabajos específicos dentro de los espacios.

Por ahora, las piezas halladas pasaron a la fase de laboratorio donde serán limpiadas y serán sometidas a una micro excavación. Se extraerán restos de materiales como: tierra, semillas, madera carbonizada, restos óseos que pueden contener los artefactos hallados para realizar análisis que contribuirán a reconstruir la historia de esta civilización del Llano.