El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, no comprende por qué las ventanillas de los aviones no se pueden abrir, como las de un coche.

Así lo expresó Romney, ex directivo del fondo de ‘private equity’ y ex gobernador de Massachusetts, el sábado, en una reunión con 1.500 donantes de su partido en Los Ángeles.

La esposa de Romney, Ann, acababa de pasar un susto de los que no se olvidan cuando la cabina del avión en el que viajaba se llenó de humo y el aparato tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Denver. Ann Romney volaba en un jet privado Challenger 600, con capacidad para 12 pasajeros.

En su encuentro, Romney dijo que, "cuando hay fuego en un avión, no hay adónde ir... y no puedes meter dentro oxígeno de fuera del avión porque las ventanillas no se abren. No sé por qué no se abren. Es un problema de verdad. Así que es muy peligroso".

Insólitamente, Romney parece ignorar que a la altura a la que vuela una aeronave hay muy poco oxígeno y, si se abrieran ventanillas, el que hay dentro del avión se iría, causando la muerte de sus ocupantes, sea por asfixia, sea por las temperaturas bajo cero, sea por la diferencia de presión entre el interior y el exterior del vehículo.