El primer ministro de Portugal, António Costa, ha presentado su renuncia después de que se iniciara una investigación en su contra por posibles delitos de prevaricación, corrupción y tráfico de influencias en negocios relacionados con el litio e hidrógeno. Aunque Costa ha negado las acusaciones y asegura que no ha cometido ningún acto ilícito, considera que su renuncia es necesaria, ya que el cargo de primer ministro no es compatible con la sospecha de cualquier acto criminal.

Tras su renuncia, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, tendrá que tomar decisiones sobre los próximos pasos a seguir. Él tiene el poder de disolver la Asamblea de la República y convocar elecciones si lo considera necesario. Aunque Costa no ha confirmado si será candidato en unas eventuales elecciones, ha expresado que no quiere condicionar o pronunciarse públicamente sobre la decisión que tomará el presidente.

La investigación en curso se centra en los negocios de litio e hidrógeno, específicamente en las concesiones de explotación de litio en las minas de Romano y Barroso, así como en proyectos relacionados con la producción de energía a partir de hidrógeno y la construcción de un centro de datos en Sines. La Fiscalía ha llevado a cabo registros en más de 40 lugares y ha emitido órdenes de detención contra varias personas, incluido el jefe de gabinete del primer ministro y el alcalde de Sines.

En resumen, el primer ministro de Portugal, António Costa, ha renunciado debido a una investigación en su contra por posibles delitos de corrupción y tráfico de influencias en negocios de litio e hidrógeno. Aunque Costa niega las acusaciones, considera que su renuncia es necesaria para preservar la dignidad de su cargo. El presidente de Portugal tendrá que decidir los próximos pasos a seguir, incluyendo la posibilidad de convocar elecciones. La investigación se centra en las concesiones de litio, la producción de energía a partir de hidrógeno y la construcción de un centro de datos.