En un anuncio emitido por un tribunal de Beijing, se informó que se ha aceptado la solicitud de liquidación por quiebra de Zhongzhi, uno de los principales bancos de China. La compañía argumentó la falta de fondos para saldar las deudas vencidas, así como la insuficiencia de sus activos para cubrir todas sus obligaciones.

La rápida caída de esta empresa, que supervisó más de 140 mil millones de dólares en su apogeo, se ha debido a la crisis inmobiliaria que afecta a la segunda economía más grande del mundo. Este suceso representa una de las quiebras más grandes en la historia de China, lo que ejerce presión sobre el sentimiento de consumidores e inversores. La débil demanda interna, la crisis inmobiliaria y el lento comercio han impactado negativamente en la economía, con el índice bursátil de referencia experimentando tres años consecutivos de caída.

El colapso de Zhongzhi expone posibles debilidades en el sector fiduciario de 2,9 billones de dólares, aunque la mayoría de sus acreedores son personas ricas y no instituciones financieras, lo que limita el impacto directo en el sistema financiero. Sin embargo, el fracaso de la empresa revela riesgos en el mercado mundial de crédito privado en rápido crecimiento, donde la falta de divulgación pública de las deudas contraídas fuera del sistema bancario es una característica destacada.

Se argumenta que la situación de Zhongzhi se debe en parte a la pérdida de su fundador, Jie Zhikun, y a la salida de varios directivos y empleados clave, lo que generó una "parálisis de la gestión interna". Además, la empresa tiene lazos con el conglomerado inmobiliario Evergrande, que también enfrenta una crisis financiera.

La presentación de la quiebra de Zhongzhi es inusual, ya que en los últimos años, las quiebras de deuda más destacadas en China han tendido a pasar primero por reestructuraciones de deuda, evitando así la quiebra formal. Sin embargo, las autoridades han acumulado experiencia en el manejo de casos anteriores, por lo que se espera que puedan mantener el control y evitar mayores consecuencias.