El ministro de Turismo portugués, Adolfo Mesquida, hizo el anuncio durante una visita a Israel con motivo de la feria internacional de turismo de Tel Aviv, informó el diario local Yediot Aharonot.

Unos 400.000 judíos, muchos de ellos oriundos de España, vivían en Portugal cuando el monarca Manuel I decidió expulsarlos en 1496, una antesala para lo que luego sería un régimen inquisitorial parecido al de Madrid.

La mayoría de los judíos abandonaron Portugal y se instalaron en busca de refugio en otros países europeos y en las colonias del continente americano, por entonces conocido como el Nuevo Mundo.
El resto se convirtió al cristianismo.

Por ejemplo, los descendientes de los judíos portugueses dejaron una huella indeleble en Amsterdam y Nueva York, dos ciudades que albergan aún dos de las sinagogas más antiguas en uso.

En la actualidad tan sólo un millar de personas constituyen la pequeña comunidad judía de Portugal, concentrada principalmente en Lisboa y Oporto.

Según el diario Yediot Aharonot, el gobierno portugués trabaja desde hace meses en la definición de criterios para que los descendientes de los expulsados puedan acogerse a un proceso de naturalización automática, similar al que el gobierno español autorizó y ahora debe ser aprobado por el Parlamento.

Al igual que en España, la ley no exigirá a los postulantes abandonar su otra nacionalidad o vivir en Portugal.

El espíritu y la letra de la norma es muy similar a la que anunció Madrid el 7 de febrero pasado.
En España la presencia de la comunidad sefardí fue más importante y, por ende, dejó una huella mucho más visible.

Por eso, cuando el Parlamento español apruebe el proyecto serán más de 3,5 millones de judíos de todo el mundo los que podrán tramitar una segunda nacionalidad en los próximos dos años.

Se estima que alrededor de medio millón de los que podrían presentarse viven hoy en Israel.

La medida también incluirá a ciudadanos argentinos, ya que en el país vive la tercera comunidad judía de América, después de Estados Unidos y Canadá.

Entre los requisitos para obtener la nacionalidad española, los sefardíes deberán aportar un certificado de la autoridad rabínica competente, reconocida legalmente en su país de residencia.

Otra opción es presentar un certificado de la Federación de Comunidades Judías de España, que acredite el orígen sefardí de la persona y su familia.

Sin embargo, también se podrá solicitar la nacionalidad presentando sólo los apellidos del interesado o del idioma familiar, el ladino, que es el idioma español hablado en el siglo XV y que algunas familias mantienen vivo.