El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, anunció que ha alcanzado un principio de acuerdo con Irán para que los inspectores de esa organización puedan investigar el complejo de Parchin en busca de indicios sobre la fabricación de armas nucleares.

Amano señaló que aún existen algunas diferencias entre las partes, pero que podrán ser resueltas. El funcionario se reunió con el jefe negociador iraní para temas nucleares, Said Yalili.

"Siguen habiendo algunas diferencias, pero Yalili destacó que no serán un obstáculo para llegar a un acuerdo", indicó Amano a la prensa a su llegada al aeropuerto austríaco.

Mañana está prevista una reunión crucial en Bagdad entre Yalili y los representantes de las seis grandes potencias (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China), para tratar una vez más que Irán renuncie a enriquecer uranio a altos niveles (un proceso que permite fabricar material fisible para armas).

A cambio de ello, la comunidad internacional podría estar preparada a aceptar su enriquecimiento a bajo nivel (para el combustible de sus futuras centrales nucleares) y disipar así una crisis que sólo hace un par de meses parecía al borde del enfrentamiento militar.

Si Irán da muestras de flexibilidad, aceptando la inspección de Parchin o cualquier otra concesión a los inspectores, va a ser mucho más difícil para los seis no ofrecer un gesto en Bagdad.