El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le pidió a la oposicón republicana en el Congreso que acabe con "la farsa" y apruebe el presupuesto federal para financiar al gobierno y deje de lado "las ataduras partidistas", poco antes de que el Legislativo vote una medida para autorizar gastos parciales. "Sólo hay una manera de salir de este insensato y perjudicial cierre del gobierno: que aprueben un presupuesto que financie a nuestro gobierno, sin ataduras partidistas", dijo Obama en su habitual programa de los sábados por radio e Internet.

"El Senado ya lo hizo y hay suficientes republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes (diputados) dispuestos a hacer lo mismo y poner fin de inmediato a este cierre", argumentó. Agregó que la "extrema derecha" del Partido republicano (el Tea Party) no permite que el presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, someta el presupuesto del año fiscal 2014 a un simple voto de "sí o no".

"Hagan ese voto, paren esta farsa, pongan fin a este cierre ahora", enfatizó Obama quien volvió a acusar a los republicanos de causar el cierre parcial de la burocracia federal. Dicho cierre afecta a unos 800.000 empleados públicos y la negativa de los republicanos a aprobar el presupuesto tiene el objetivo de bloquear la reforma sanitaria de 2010 conocida como ObamaCare.

Sin embargo, al día siguiente de frenarse la aprobación del presupuesto, Obama anunció que pese al intento de bloqueo, el plan de salud entraba en vigencia a partir del 1 de octubre tal como se planeó. Los republicanos rechazan la reforma sanitaria por considerarla costosa para la economía y acusan a Obama de intransigencia en este debate, que parece no hallar una solución.

Tras una reunión realizada ayer a puerta cerrada con la bancada republicana de la Cámara baja, Boehner reiteró su negativa a someter a un voto una medida de gastos presupuestarios sin condiciones, como exige la Casa Blanca. En vez de una extensión de seis semanas en los fondos para reactivar la burocracia federal, los republicanos prevén comenzar a votar desde hoy mismo una serie de medidas para restablecer algunos de los programas federales, incluyendo para la seguridad fronteriza, la educación preescolar y desastres naturales.

Se espera que hoy la Cámara baja vote "que todos los empleados federales que fueron mandados a sus casas reciban su salario cuando acabe el cierre (paralización administrativa) del Gobierno", anunció el presidente de la bancada republicana Eric Cantor. En tanto, el Senado, controlado por la mayoría demócrata, rechaza aprobar el presupuesto a cuentagotas y busca aprobar todo el presupuesto general, al tiempo que la Casa Blanca anunció que Obama rechazará las medidas parciales.

Las consecuencias del cierre de la administración, son la parálisis de los servicios, la suspensión de salarios para la fuerza laboral federal, y daños al turismo y los negocios que dependen del sector, entre otras. En su discurso de hoy, Obama, señaló que el Congreso no debe exigir un "rescate" a cambio de hacer su trabajo porque eso equivale a "tomar como rehén a nuestra democracia y economía por una ley ya establecida", subrayó.

"No es así como se supone que funciona nuestra democracia. Por eso no pagaré un rescate a cambio de la reapertura del gobierno y desde luego no pagaré un rescate para elevar el techo de la deuda", prometió el mandatario. Además, destacó que si el cierre de la administración es "insensato", es "drásticamente peor" una parálisis de la economía por incumplimiento de pagos al no elevarse el techo de la deuda.

Dicho techo, que es de 16,7 billones de dólares, se alcanzará el próximo 17 de octubre y los republicanos para elevarlo exigen mayores recortes fiscales. En ese sentido, Obama, reiteró su voluntad de trabajar con demócratas y republicanos para fomentar el crecimiento económico, la creación de empleos y la disciplina fiscal, pero "no bajo la sombra de estas amenazas a nuestra economía".