Françoise Bornet, quien fuera la protagonista de la icónica fotografía del beso capturada por el fotógrafo Robert Doisneau junto al Ayuntamiento de París, falleció el pasado 25 de diciembre a los 93 años en Évreux (Normandía), según informó el diario francés Le Parisien.

Bornet pasó a la posteridad por la instantánea en blanco y negro en la que Doisneau la capturó besando a su entonces pareja, Jacques Corteaux, en un lugar emblemático de la capital francesa en la primavera de 1950, cuando ella apenas tenía 20 años. La fotografía, inicialmente encargada por la revista Life como parte de un reportaje sobre los enamorados de París, pasó desapercibida en un principio.

A pesar de la fama que adquirió la imagen, la pareja finalmente rompió su relación. Bornet continuó su carrera en el teatro, actuando en obras dirigidas por François Périer y Pierre Brasseur, y eventualmente se casó con quien sus allegados consideraban su gran amor, Alain Bornet.

En los años 80, la fotografía se convirtió en un símbolo del París romántico, siendo reproducida en postales, pósteres y otros productos comerciales. Esta explotación comercial llevó a Bornet a reclamar en 1993 un porcentaje por la reproducción de su imagen, pero la justicia le negó la comisión solicitada, argumentando que su rostro no era claramente reconocible al estar tapado por el de Corteaux.