El viernes, las autoridades informaron que Rusia lanzó 122 misiles y docenas de drones contra objetivos ucranianos, en lo que fue descrito como la ofensiva aérea más grande en los 22 meses de conflicto. El ataque resultó en la muerte de al menos 24 civiles y dejó al menos 130 personas heridas, con un número desconocido de personas sepultadas bajo escombros.

El ataque aéreo, que duró 18 horas, se extendió a seis ciudades, incluida la capital, Kiev, y provocó daños en un hospital de maternidad, varios departamentos y escuelas en todo el país. Según las autoridades ucranianas, Moscú lanzó una amplia variedad de armas, incluyendo misiles balísticos y de crucero, en varias ciudades, incluyendo Kiev, Lviv, Odesa, Dnipro, Kharkiv, Zaporizhzhia, entre otras.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski condenó los ataques y expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas, prometiendo una respuesta a los "golpes de los terroristas" y la lucha por la seguridad del país.Las fuerzas aéreas ucranianas lograron interceptar la mayoría de los misiles balísticos y de crucero, así como los drones tipo Shahed. El comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania calificó este ataque como el más masivo desde la invasión a gran escala de Moscú a finales de febrero de 2022.

El conflicto en Ucrania ha generado llamados de ayuda por parte de las autoridades ucranianas, quienes han solicitado a sus aliados occidentales más defensas antiaéreas para protegerse de futuros ataques. El primer ministro británico Rishi Sunak y el Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, instaron a la comunidad internacional a brindar un mayor apoyo a Ucrania, considerando la magnitud del reciente ataque.

El conflicto en Ucrania ha generado preocupación a nivel global, y se espera que las autoridades continúen buscando soluciones para proteger a la población civil y mitigar los efectos del conflicto.