La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, anunció su candidatura a directora del FMI, una postulación que podría dar al organismo su primera jefa mujer, pero que reaviva un debate con países emergentes que creen que ha llegado el momento de poner a uno de sus economistas al frente del Fondo.

Varios países europeos, entre ellos Alemania, la propia Francia y el Reino Unido, habían dado su apoyo a una eventual candidatura de Lagarde, de 55 años, quien sin embargo había guardado silencio sobre sus intenciones hasta hoy. En Estados Unidos, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, elogió hoy las aptitudes de su par francesa para el máximo puesto en el FMI, pero no respaldó explícitamente su postulación y pidió un proceso de nominación "abierto y basado en el mérito".

Un acuerdo no escrito, muy criticado por los países emergentes en los últimos años, garantizó desde su fundación que Europa eligiera a su director y que Estados Unidos seleccionara al presidente del Banco Mundial.

El último director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn, renunció la semana pasada para dedicarse a enfrentar acusaciones de abuso sexual en Estados Unidos. La dimisión de Strauss-Kahn reavivó un debate internacional sobre si debe ser sucedido, como es costumbre, por un europeo, o si es momento de un cambio de timón acorde a los tiempos actuales y de elegir a algún economista del mundo emergente.