Si esto fuese matemático o un mecanismo de colegio electoral (como existía en Argentina hasta de la reforma constitucional de 1994), Lula ya sería presidente. Ayer, el progresista que obtuvo el 48% de los votos el domingo, sumo el apoyó de Simone Tebet, la dirigente que salió tercera y consiguió el 4,16%. Esa suma, lo llevaría a superar el 50% y recuperar la presidencia que alguna vez detentó.

La candidata del Movimiento Democrático Brasileño, expresó simplemente que: "“Daré mi voto a Lula porque reconozco su compromiso con la democracia y la Constitución”, intentando influir en sus votantes para que inclinen por Lula.

Había incertidumbre sobre la decisión de Tebet, dado que en su momento, su partido fue sustancial para el juicio político que terminó con la destitución de Dilma Roussef, la sucesora de Lula en la presidencia por el mismo Partido de los Trabajadores (PT).