Los primeros guarismos daban la sensación de que Jair Bolsonaro estaba cerca de imponerse en primera vuelta, todo lo contrario a lo que anticipaban las encuestas. Hasta que se escrutó el primer 20% de los sufragios, el presidente en funciones andaba a menos de dos puntos de llegar al 50% necesario.

Luego, lentamente y a medida que avanzaba el recuento, Lula fue creciendo, y con el 70% de los votos escrutados, había empardado el porcentaje con su rival en un 45,5%. De todos modos, con resultados muy diferentes a los que los encuestadores indicaron.

A partir de allí, el ex presidente progresista empezó a marcar diferencias. Superado el 90% de los otos escrutados, ya estaba 3 puntos porcentuales arriba, pero lejos de ganar en primer vuelta.

Ya para el final del recuento, Lula alcanzaba el 48,4% mientras que Bolsonaro registraba un 43,2%, con el 99% de los votos escrutados, lo que asegura que habrá segunda vuelta.