El ministro del Foreing Office británico para Latinoamérica, Jeremy Browne, cuestionó la medida del gobierno de Tierra del Fuego de prohibir el amarre de dos cruceros turísticos ingleses que venían de hacer paradas en las Islas Malvinas.

Ante parlamentarios británicos, Brown señaló: “es fuente de tristeza y frustración que la gente de vacaciones y nosotros, que queríamos establecer relaciones con Argentina, no podamos hacerlo”.

Y prosiguió: “encaramos la relación con Argentina en un espíritu de amistad, y es fuente de tristeza que ellos no hagan lo mismo”.

A su turno, el referente del partido laborista, John Spellar, instó al gobierno que encabeza David Cameron a quejarse oficialmente ante Argentina y la Organización Marítima Internacional.

Spellar consideró que se trató de una “acción totalmente injustificada”.