El gobierno brasileño puso en vigencia una nueva reglamentación que limita la venta de tierras a extranjeros o empresas nacionales controladas por extranjeros.

La norma, publicada en el Diario Oficial de la Unión, establece que ningún extranjero o empresa brasileña controlada por capitales extranjeros puede comprar más de 5 mil hectáreas, y tampoco podrá adquirir áreas rurales superiores al 25 por ciento de la extensión del municipio en el que se encuentran las tierras.

"No vamos a excluir la participación extranjera, pero queremos preservar el control nacional en la posesión de tierras", explicó el Abogado General de la Unión, Luis Adams.