El arzobispo de París calificó de "circo" las expulsiones de gitanos de Francia ordenadas por el presidente, Nicolás Sarkozy, y dijo que planteará al gobierno que hay ciertas líneas que no deben cruzarse, en medio de crecientes críticas y de una caída del apoyo popular a la iniciativa.

Las expulsiones continuaron con otros 300 gitanos devueltos a Rumania en dos vuelos desde París y Lyon, con lo que ascendió a 8.813 el total de personas de esa minoría expulsados desde principios de año a Bulgaria y Rumania, según cifras del gobierno francés.

La titular de Justicia del Ejecutivo de la Unión Europea (UE), Viviane Reding, también habló sobre el tema, y dijo que "parte de la retórica que se usó fue abiertamente discriminatoria y parcialmente enardecedora".