Las 26 víctimas de la matanza de ayer en la escuela Sandy Hook de New Town, Connecticut, recibieron numerosos impactos de bala, lo que demuestra la saña con que actuó el asesino, Adam Lanza, de 20 años.

El dato lo dio un médico forense que revisó los cuerpos, 20 de ellos de niños. Lanza utilizó dos pistolas y un fusil para disparar contra las personas en la escuela, indicó el experto forense H. Wayne Carver II en rueda de prensa. Primero había matado a su madre en la casa, y luego se dirigió a la escuela para perpetrar la matanza.

Tres días antes intentó sin éxito comprar un rifle, dijeron investigadores a una cadena de TV. El pasado martes acudió a una armería que rechazó venderle el arma que pretendía comprar. Se cree que la negativa pudo deberse a que el joven no quiso someterse a la verificación de sus antecedentes o cumplir los preceptivos plazos de espera.

Wayne Carver, director de la Oficina Forense del estado de Connecticut, encargado de analizar los cuerpos de las víctimas del tiroteo del viernes en una escuela de la localidad de Newtown, dijo hoy que no había visto "nada igual" en toda su carrera.

"No tengo los detalles de todos los fallecidos, pero algunos sufrían heridas devastadoras. Por supuesto, todos fallecieron por herida de bala. (...) No creo que ninguno de mis colegas haya visto algo así antes tampoco", dijo Carver.

En tanto, los residentes del idílico pueblo del estado de Connecticut se encontraban este sábado sumidos en el horror a raíz de la masacre, una de las peores matanzas en centros educativos de la historia de Estados Unidos.

La masacre se produjo en menos de veinte minutos a partir de las 9.30, cuando Adam Lanza estacionó su coche en el estacionamiento de la escuela.

Los acontecimientos posteriores siguen siendo confusos, pero The New York Times sostiene que el autor de los disparos no tuvo dificultades para superar todas las medidas de seguridad de la escuela porque la directora, Dawn Hochsprung, le abrió la puerta, ya que conocía a la madre de Adam, ex docente del lugar.

Con dos pistolas automáticas y un fusil de asalto, Lanza concentró su locura asesina en dos clases, en la que la mayoría de las 20 víctimas tenía entre 5 y diez años.

La Policía fue advertida rápidamente y oficiales de “servicio y de franco" llegaron inmediatamente al lugar, según un comunicado de la fuerza.

La noticia se expandió rápidamente entre los padres de los cerca de 700 niños que asistían a esa escuela, muchos de los cuales se precipitaron al lugar para recuperar a sus hijos, provocando una larga fila de vehículos en los accesos.

Equipos de intervención ingresaron a la escuela rompiendo numerosas ventanas, controlando pieza por pieza del establecimiento y comenzaron a evacuar a los niños.

El cuerpo sin vida de Adam Lanza fue encontrado a las 9.50, según CNN. Al parecer se suicidó. La matanza no había durado más de veinte minutos.

Horas después de la matanza, centenares de personas se reunieron para una vigilia en la iglesia de Newtown, cuya capacidad se vio totalmente colmada, y muchos debieron quedar fuera.

“Es una comunidad que realmente se une cuando suceden cosas como ésta", dijo el párroco Robert Weiss durante la misa. Durante el oficio religioso también se leyó una carta del papa Benedicto XVI.

El vocero policial Vance dijo que sólo uno de los heridos había sobrevivido e indicó que el autor de los disparos había estado inusualmente preciso y metódico a la hora de abrir fuego.